Sentencia Alves, el consentimiento debe mantenerse en toda la relación sexual.
Análisis de la reciente sentencia de 22 de febrero de 2025 por nuestros penalistas
La reciente condena de Dani Alves por agresión sexual en un caso altamente mediático no solo ha captado la atención pública sino que también ha marcado un punto de inflexión legal significativo por su relevancia pública. Este caso se erige como un precedente fundamental en la aplicación de la Ley de Garantía de la Integridad Sexual, reflejando una evolución crucial en la interpretación jurídica del consentimiento en las relaciones sexuales.
Anteriormente, la jurisprudencia en materia de agresiones sexuales se enfocaba en la evidencia de violencia o intimidación para establecer la falta de consentimiento. Sin embargo, la sentencia contra Alves destaca por su enfoque en la autonomía y la voluntad de la víctima, en línea con el espíritu de la nueva legislación que prioriza el consentimiento explícito y consciente como núcleo de la integridad sexual.
Este cambio normativo y jurisprudencial subraya un avance progresista hacia una mayor protección de las víctimas de agresión sexual, estableciendo que la ausencia de un "sí" claro y sin ambigüedades equivale a un no. Este caso ilustra la importancia de este principio, demostrando que el consentimiento no puede inferirse de la falta de resistencia o de la relación previa entre las partes. En este punto la sentencia es meridiana en los hechos probados donde se relata detalladamente que, con independencia de la relación previa en la zona VIP, la víctima no dio su consentimiento a una relación sexual completa con penetración vaginal.
La sentencia detalla los hechos y fundamentos de derecho con una claridad meritoria, proporcionando una base sólida para su decisión. Al hacerlo, no solo se hace justicia en este caso concreto sino que también se envía un mensaje poderoso sobre los estándares de conducta aceptables y la seriedad con que la sociedad y el sistema judicial tratan la agresión sexual.
Este enfoque renovado hacia el consentimiento y la integridad sexual es un testimonio de la evolución social y legal hacia una mayor comprensión y respeto por los derechos de las víctimas. La sentencia de Alves se convierte así en un hito en la jurisprudencia sobre violencia de género, delineando un futuro donde la ley y la sociedad reconocen y protegen de manera efectiva la autonomía y la dignidad de todos los individuos en el ámbito sexual.